La UNMa es un caso extraordinario dentro desprestigio al sistema universitario, ya que “conjuga las dos cosas que más odia este gobierno; la educación pública, gratuita y de calidad, y los derechos humanos”, afirma la rectora. Por esta razón, se la ataca de diversos frentes para poder ganar la “batalla cultural” contra estos dos elementos que constituyen a nuestra historia como país.

Desde que el gobierno liberal ocupó el Estado, la institución no ha recibido las partidas presupuestarias designadas en el año 2023. “Estamos en esa lucha que. como decía Hebe de Bonafini, es todos los días desde cuando te levantas y te preguntas qué puedo hacer por el otro. Bueno, hoy la lucha es para sostener esta universidad en donde ni los docentes ni los trabajadores no docentes han recibido un sueldo en todo lo que va del año y, sin embargo, dan clases”, relata Cristina Caamaño, destacando el compromiso de la comunidad universitaria de la UNMa.

“Son las madres las que sostienen la Universidad a través de amigos y amigos de Madres de Plaza de Mayo. Todo es a pulmón y solidariamente”, destaca la funcionaria en modus de agradecimiento a quienes solidariamente brindan su granito de arena para que la casa de estudios siga de pie.

Aparte del ahogamiento económico para limitar o erradicar su funcionamiento, “el Gobierno de Milei mandó un interventor, que todavía no pudo ingresar a la universidad, pero que está armando una universidad paralela”, expone Caamaño. “El interventor es un funcionario del gobierno de Milei; un gobierno negacionista, reivindicador de la última dictadura cívico militar y visitador de genocidas. Y esta es una universidad que apunta a los derechos humanos, o sea que es lo peor que nos puede pasar”, continuó explicando la rectora,

“[Eduardo] Maurizzio, el interventor, trabajaba acá en la gestión anterior; era el secretario administrativo. Es decir, él conoce a todos los docentes, por eso ha estado llamando por teléfono apretando a compañeros diciéndole “venite conmigo a la otra universidad”. Ahora se vendió a Milei, pero cuando estaba acá decía que era compañero”, reveló Cristina Caamaño en relación al rector interventor impuesto por la gestión actual.

La situación es realmente crítica, ya que este funcionario infringido clonó la plataforma de la UNMa para conmocionar a la comunidad universitaria y deslegitimar la verdadera institución que sigue en funcionamiento. “Tiene una página paralela y dan clases virtuales. Nos clonaron el campus; ellos tienen su campus y nosotros tenemos nuestro campus. De hecho, también están desarmando el banco para determinar el tema de los de los hijos, de los nietos”, detalla la rectora reconocida por las Madres de Plaza de Mayo.

“Tienen un interventor que les dice “esta es la universidad que vale porque es la que el gobierno apoya” y, por el otro lado, estoy yo acá todos los días desde que me nombraron. Se han ido un 10% de docentes y un 20% de estudiantes a la universidad de Milei, que no es la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo. El colmo es que utilizan hasta el pañuelo de la universidad”, confiesa Caamaño indignada.

Los estudiantes viven en constante incertidumbre y son ellos mismos lo que expresan su miedo: “Me han contado estudiantes nuestros que algunos toman la clase con el docente de la Universidad de las Madres, pero tienen en el teléfono al clon, al del interventor, y escuchan las dos clases. Una locura, es algo esquizofrénico, pero lo hacen porque tienen miedo, no saben qué va a pasar”, detalla la rectora.

“Estamos en estado de alerta permanente, peleando contra el gobierno nacional. Además, el mayor problema que tenemos, más allá del gobierno negacionista de Milei. es la justicia porque siempre se termina acomodando; no a los gobiernos sino a los poderes”, reflexiona Caamaño en relación al futuro incierto y los diversos ataques que podrían recibir,

“Las madres están acostumbradas a la lucha y son ellas las que más ánimo nos dan. La situación es triste porque sería perder la universidad: la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo pasaría a ser la primera universidad de Milei, Sin embargo, debemos rescatar la universidad porque fue una idea de Hebe, por eso estamos a la espera de que la Justicia resuelva varias medidas”, culmina diciendo Cristina Caamaño con una estela de esperanza en el futuro de la UNMa.