Música | 30 sep 2024
Historia de vida
Gudy Prada, el baterista argentino que se graduó en Boston, con músicos de celebridades mundiales
Tiene 29 años, nació en Palermo y es baterista, productor musical e ingeniero de mezcla. Se formó en la Escuela de Música Contemporánea y en el Centro de Arte y Tecnología. Fue baterista de varios cantantes nacionales y y tocó en una obra operística en el Teatro Colón. Acaba de graduarse en Berklee College of Music, la universidad de música más grande del planeta.
"Nunca dudes de ti mismo ni desperdicies ni un segundo de tu vida. Es demasiado corta y eres demasiado especial", dijo alguna vez Ariana Grande.
Aunque no conoce ni se cruzó con la afamada cantante, compositora, actriz y empresaria norteamericana, Gudy Prada está totalmente de acuerdo con el razonamiento.
Sin embargo, merced a su talento natural y a su formación profesional, Gudy logró adueñarse de un lugar dentro del ambiente artístico nacional, que trascendió las fronteras.
Al punto que, en mayo último, con solo 29 años, el eximio baterista, productor musical e ingeniero de mezcla argentino obtuvo la graduación en Berklee College of Music, la universidad privada de música más grande y prestigiosa del mundo, cuya matrícula asciende a unos 3.800 alumnos y 650 profesores.
En la casa de altos estudios estadounidense, Prada se instruyó con docentes ilustres, como Dave Di Censo y Jackie Santos, músicos de bandas y solistas internacionales, de la talla de Michel Jackson, Chuck Berry, Durán Durán, Arturo Sandoval, Deep Purple y Van Halen. "Tuve el privilegio de formarme con gente de mucho escenario", remarca orgulloso.
Durante la etapa formativa, Gudy participó en algunas masterclass dictados por estrellas mundiales, que se acercaron a las aulas. Desde Sting y Herbie Hancock, hasta Quincy Jones y John Mayer. "Significó una experiencia inolvidable", asegura el menor de cinco hermanos.
Aunque su amor por la música siempre estuvo presente, el acercamiento a la batería fue de casualidad, cuando tenía 9 años y mientras disfrutaba las vacaciones estivales en la ciudad balnearia de Santa Teresita. "Solía ir con frecuencia a jugar al baile en el local de Sacoa, un templo de los videojuegos de aquella época. Allí, un día descubrí un juego de batería y se me despertó el interés por el instrumento", rememora sonriendo.
El interés fue creciendo a tal manera que, el oriundo del barrio de Palermo, cada vez que visitaba una propiedad familiar, en la ciudad bonaerense de Saladillo, juntaba tachos, cacerola y hasta una "papa" (que simulara un bombo), con un objetivo: improvisar una batería.
Hasta que el día de su cumpleaños número 12, Gudy fue sorprendido con un obsequio: una batería Mapex, modelo Pro M. De manera decidida y, sin vacilar, comenzó a tomar clases.
Simultáneamente, se unió a "La Galera", una banda surgida en el marco de un festival organizado por el San Agustín, colegio privado en donde cursó la primaria y la secundaria. "Llegamos a tocar en el multiespacio Acatraz, de Boedo. Aunque la formación duró solo tres años", revela Gudy comentando que empezó a consumir las redes sociales de Neil Peart, el baterista de la ex banda canadiense Rush.
En 2012, tras recibir el diploma de bachiller, Prada resolvió capacitarse en batería, primero, con el padre de un amigo y, segundo, con un profesor, que había tocado con Palito Ortega.
Al año siguiente, decidió estudiar la carrera de baterista profesional en la Escuela de Música Contemporánea (EMC), en donde conoció al profesor Fernando Martínez, (baterista de Alejandro Lerner y Javier Malosetti, entre otros), quien luego se transformó en su instructor particular, hasta el 2020. Al mismo tiempo, cursó la carrera de Productor Musical e Ingeniero de Mezcla, en el Centro de Arte y Tecnología (CEARTEC).
Con los títulos en la mano, Gudy fue convocado por dos cantantes solistas e influencers, como Connie Isla y Angie Cadenas (de gran proyección en las redes sociales), para que efectúe la percusión en sus conciertos. También por la actriz y cantante Mariú Fernández.
Casi al mismo tiempo, el versátil músico Bashe, que estaba grabando un disco, lo convocó para confiarle la producción musical. Ese trabajo significó algo significativo en la carrera de Gudy, porque el artista invitado fue León Gieco, quien participó en "Llave sin candado", uno de los ocho temas.
Otro momento relevante fue cuando Prada apagó 21 velas. Porque su profesor le informó que, "en el Teatro Colón necesitaban un baterista para una ópera". Luego de consultarlo con la almohada, Gudy se presentó en la audición. Tras un exhaustivo proceso selectivo, fue elegido por el equipo del director suizo Baldur Brönnimann para tocar en cinco conciertos. Se trató de la pieza operística "Die Soldaten", del autor alemán Bernd Zimmermann. "Fue una experiencia maravillosa", asegura el joven artista.
A ocho años de dicho suceso, Prada cuenta que aceptaría otro desafío de esa magnitud, "porque la música es el lenguaje que permite conectar a la gente, más allá del idioma y la cultura. Gracias a ella, se viven experiencias únicas y se generan lazos que llegan a ser para toda la vida".
Pronto a cumplir 30, el capricorniano asegura que, si volviera a nacer, no dudaría un segundo en elegir la batería y su actividad musical. "Más allá de la pasión por el instrumento y la música en sí, creo que los valores, la disciplina y la visión que te genera esta carrera son muy importantes. Gracias a eso, he aprendido mucho y he crecido como persona", finaliza Gudy Prada.
Para saber más del artista, visitar su web: https://www.gudyprada.com.ar/ o ingresar en su Instagram: @gudyprada