El 21 de agosto de 2014, el cine argentino fue testigo del estreno de Relatos Salvajes, una película que, desde su debut, se consolidó como un clásico moderno del séptimo arte. Mañana, diez años después, vuelve a las salas de cine de todo el país, y su reestreno no solo es una oportunidad para revivirla en pantalla grande, sino también para constatar la inquebrantable vigencia de su guion, obra del talentoso Damián Szifron, quien también estuvo a cargo de la dirección.

Volver a ver Relatos Salvajes en el cine es un ejercicio de regocijo y redescubrimiento. y un hermoso momento para ver figuras como Ricardo Darín, Oscar Martínez, Darío Grandinetti, Rita Cortese, y Leonardo Sbaraglia, una década después.

Para quienes aún no han visto esta obra maestra (una omisión difícil de justificar), este reestreno es la oportunidad perfecta para disfrutar de su poder narrativo en toda su magnitud. Además, aquellos que deseen revivir sus relatos, o presentar esta joya a las nuevas generaciones, encontrarán en la gran pantalla el escenario ideal. Los seis relatos que componen la película se resignifican en un contexto diferente, uno en el que nuestras vidas han cambiado y, con ellas, nuestra manera de percibir la realidad.

Este reestreno también nos invita a rendir homenaje a aquellos que formaron parte de esta aventura y ya no están con nosotros. María Onetto, el director de sonido José Luis “Ruidito” Díaz, y Gerardo Rozin desde la producción, dejaron su marca en Relatos Salvajes y, a través de esta película, su legado sigue vivo.

En definitiva, Relatos Salvajes no ha envejecido. Sigue siendo una obra que desafía, conmueve y, sobre todo, permanece en la memoria colectiva como un testimonio de la brillantez del cine argentino.