viernes 14 de junio de 2024 - Edición Nº2018

Otros | 13 may 2024

Música y cine independiente.

“La idea de este “docu” es abrir una compuerta para el diálogo y la apreciación de la música”

Entrevista al cineasta y productor del documental Desinteligencia artificial, estrenado en la Sala Graciela Borges, sede del BAFICI25º.


Gastón Olmos es el director del documental Desinteligencia artificial, estrenado en el BAFICI25º, en la sección Música, cuya idea surgió de un misterioso suceso registrado en uno de los shows de la banda platense 107 Faunos, que determinó la reelaboración del material y la creación de canciones nuevas. Olmos relata el proceso creativo detrás del documental y las experiencias y desafíos que enfrentaron la banda y el equipo de producción en el film.

¿Qué te motivó a realizar un documental acerca del hecho registrado en aquella presentación de 107 Faunos en Niceto Club que, de alguna manera, marcó un punto de inflexión revelador en la banda? ¿Cuál fue tu inspiración inicial para abordar este tema?

- Fue una búsqueda de otra cosa. Así como en la ciencia se inventan nuevas cosas por accidente, en este caso, en la película nuestra, estábamos haciendo un ejercicio de registrar el audio de un show y por accidente sucedió esto tan grande, tan mágico y en un momento clave. También, por conocer a la banda por ser exintegrante, me di cuenta que a ellos también les iba a parecer fascinante este hecho y apareció esta película, Desinteligencia artificial, con nuevas formas de buscar respuestas a un suceso que nos topamos por accidente.

¿Cuáles fueron los mayores desafíos que enfrentaste durante la producción del documental? ¿Hubo momentos en los que te sentiste especialmente interpelado por el enfoque elegido?

- Los desafíos son muchos. Primero y principal, los recursos económicos para llevar adelante cualquier proyecto audiovisual. Pero lo tomamos como unos pequeños inconvenientes a sortear, que nos hicieron pensar y salir por lugares donde quizá la creatividad superaba la economía. Respecto a la interpelación, muchas cosas que los entrevistados iban diciendo, me ayudaron a pensar. Pude ver que un objeto de estudio, una canción o una banda, en verdad se podían transpolar a otros momentos de la vida u otras sensaciones o sentimientos, y creo que eso tiene la película que toca en el espectador, la conexión entre el sentimiento y la creación.

¿Cómo abordaste la narrativa del documental para capturar la esencia de ese recital y transmitir la experiencia de la banda y su entorno?

- Respecto de la narrativa del “docu”, me alineé con el bajista de la banda, que también es mi mejor amigo, Félix Sisti, y con él tomamos las riendas del guion. Él es historiador y juntos abordamos el discurso y logramos unificar el mensaje con las ideas nuevas. Mi retórica y su bajada literaria para lograr esta pieza de arte audiovisual.

¿Cuál fue tu enfoque para equilibrar la objetividad con la experiencia vivida durante el show?

-El recital en sí, fue ordinario, común, no especialmente único. Pero fue único el registro de las canciones, las grabaciones en sí mismas de los tracks. Ahí ocurrió la magia. Siempre ver a Los Faunos es un suceso porque son polifacéticos, cambiantes, improvisados, con mucha frescura en cada show. Interactúan con el público, cambian las canciones, los instrumentos, siempre algo loco pasa en los recitales. Pero, en este caso, lo loco fue la grabación. 

¿Cómo creés que este documental puede contribuir a la comprensión de la música local y los desafíos que enfrentan las bandas emergentes?

Justamente el desafío de las bandas emergentes es nuestro norte, ayudarlas, trabajar también con las más viejas o bandas que nos encanten. La idea de este “docu” es abrir una compuerta para el diálogo y la apreciación de la música, y para ver que todo no es de una sola forma. Ahora mismo estamos haciendo nuestro segundo documental, llamado Indiemainstream donde trazamos una línea imaginaria entre Argentina, Chile, Uruguay, Perú, México y otros países latinoamericanos y España, una ruta panamericana que una a los artistas en ese mensaje.

¿Cuál es tu reflexión acerca del momento coyuntural por el que atraviesa la industria audiovisual y en general la cultura de nuestro país?

Lamentablemente estamos atravesando la peor crisis que yo haya visto. Crisis cultural, me refiero, que excede el medio audiovisual, que está afectado como el resto de las industrias. La idea es hacernos fuertes, resistir, ayudarnos en todos los ámbitos, en el que me compete a mí, que es el audiovisual, la música, el arte gráfico impreso, ayudar, colaborar, dar una mano, estar presente, salir a la calle a protestar, defender la educación pública, que tanto nos ayudó. Debemos ser más empáticos que nunca y estar presente en lo que se nos necesite. La camaradería como estandarte principal.

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