![Después de más de tres años cerrado, reabrió un sector del Gran Panteón del cementerio de Flores](./uploads/noticias/3/2024/06/20240620090330_whatsapp-image-2024-06-19-at-14-14-53.jpg)
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Una mujer de 33 años fue asesinada de 24 puñaladas el pasado domingo en su vivienda de Berazategui. Por su femicidio detuvieron a su pareja, quien había sido la persona que dio alerta a la policía por el hecho.
El hecho se produjo la madrugada del domingo, alrededor de las 4, en una vivienda situada en calles 115 y 12 donde la víctima, identificada como María Belén Muñoz (33), residía junto al ahora imputado, Alejandro Muñoz (34).
Según las fuentes, la mujer tenía cuatro hijos, tres de una relación anterior, y el restante con Albornoz, con quien habitaba una casa en la parte trasera del terreno, mientras que en la parte delantera vive la hermana de ella.
De acuerdo a los voceros, todo comenzó cuando los familiares de Muñoz escucharon los gritos de auxilio y clemencia de la víctima, que decía «¡Ale, no!», y fueron hasta la casa del fondo para ver qué pasaba.
En esas circunstancias, estos testigos comenzaron a exigirle a Albornoz, que había sido denunciado por violencia doméstica por su propia madre, que saliera del inmueble o llamarían a la Policía, ante lo cual, él mismo se comunicó con el 911 para decir que había matado a su pareja.
Las fuentes señalaron a la agencia Telam que cuando los policías arribaron al lugar hallaron a Muñoz muerta en la bañera, con múltiples heridas de arma blanca, y se entrevistaron con Albornoz, quien manifestó que se había cambiado la ropa ensangrentada y la había arrojado, junto a la navaja utilizada mata agredir a la mujer, en un cuarto del fondo, donde acumulaba distintos objetos.
Ante esta situación, en el hombre quedó detenido, mientras que los pesquisas hallaron en ese cuartito las prendas de vestir manchadas con sangre y el arma homicida.
A su vez, los testigos presenciales refirieron que Albornoz era violento con Muñoz, que, en un comienzo de la relación, en 2020, fue más psicológica y verbal, pero que luego se tornó física, al punto que la mujer ocultaba las lesiones con maquillaje.