La entrevista se realizó en el marco del estreno en cines de La llegada del hijo, dirigida por Cecilia Atán y Valeria Pivato, que llegará a las salas el próximo 11 de septiembre. En ese contexto, DataBA dialogó a solas con una de las grandes referentes de la escena argentina, actriz, directora y docente con una trayectoria que se extiende desde los años sesenta. Durante la charla, habló de la alegría de haber sido convocada para esta película, de las dificultades que atraviesa hoy el cine nacional y de la vitalidad del teatro, que para ella sigue siendo un espacio de resistencia y creación constante.
Se viene La llegada del hijo a los cines, ¿cómo fue que decidiste tomar ese papel para esta película, cómo te llegó la propuesta y por qué creés que pensaron en vos?
Bueno, creo que fue una inmensa alegría que me convocaran y se transmitiera de esa forma. La película creo que es una gran película, tiene mucha calidad, tiene un tratamiento estético fantástico. Fue bueno participar, haber sido dirigida por ellas (Cecilia Atán y Valeria Pivato) y compartir con Maricela Álvarez, con Angelo Mutti Spinetta, con Greta Fernández, también con preciosas personas, directores. Realmente ha sido un honor para mí ser parte, en un momento en donde el cine nacional está ahí como medio vapuleado.
La película tuvo el apoyo del INCAA y también del gobierno español. ¿Qué mirada tenés acerca de este cine “vapuleado” y de la disputa que se da en estos momentos?
Creo que todo lo que está ocurriendo con el INCAA, su desmantelamiento como el de otras instituciones culturales como el Instituto Nacional del Teatro… Bueno, ahora hay media sanción, vamos a ver si podemos avanzar sobre los vetos permanentes de nuestro presidente. Pero el cine es parte de lo que es el arte. La resistencia cultural, el talento, el amor por el lenguaje cinematográfico está más allá de todo. Creo que se va a seguir produciendo cine más allá de las tremendas dificultades que atravesamos en estos tiempos.
Conversar con actores que tienen tanta memoria es interesante para comprender en dónde está hoy el arte y Cristina Banegas, en particular, en este momento.
Ahora voy a hacer una función en el teatro El Excéntrico, el lunes 28 de septiembre (no recuerdo exactamente la fecha. También mi unipersonal, un monólogo “Molly Bloom”, el capítulo final de Ulyses, de James Joyce, que es un gran éxito. También estoy haciendo La bala de plata, que es la correspondencia entre Juan Domingo Perón y John William Cooke. Somos dos mujeres en escena (con Karina Elsztein ) y yo soy Perón. Y un tercer trabajo que vuelve en octubre al Arthaus Central, es el Proyecto Quevedo, donde, sobre una mesa de cristal de 2,60 m con una chelista, recito poemas, sonetos y poemas satíricos de Francisco de Quevedo. No paro (risas).
¿Y en cine, series o plataformas? ¿Algo para adelantar además de esta película?
Por ahora participé en la miniserie sobre Yiya Murano, que se va a emitir en noviembre. Yo hacía de Yiya en el geriátrico, pero ya terminó. Hermoso, tremendamente hermoso… y horrible al mismo tiempo (se ríe). También una audioserie mundial, que es una experiencia interesante. Está en Spotify.
Hablando de audioserie, es como volver al radioteatro.
Sí, con un concepto muy contemporáneo además. Muy interesante. Desde ya, muchas gracias por estar aquí difundiendo nuestro arte.